Nací el año internacional del turismo, circunstancia que por casualidad, o no, acabaría influyendo de lleno en mi camino vital. No menos lo ha hecho la experiencia de trasladarme a Sudamérica, a los 16 años, junto a mi familia. Desde entonces, atravesar fronteras y lenguas, sumergirme en otras culturas, ha sido para mi una necesidad imperiosa — como también lo ha sido explicarlo, explicar, comunicar.
No es extraño que acabara estudiando turismo y periodismo, y que a ambos esté dedicado en cuerpo y alma.